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27/04/2022Colibacilosis: Dra. Terezinha Knöbl responde las dudas principales sobre el tema (Parte 2)
16/05/2022La colibacilosis aviar es una enfermedad causada por cepas patógenas de Escherichia coli (las denominadas APEC), que provoca una mayor conversión alimenticia y costos con medicamentos, menor ganancia de peso, falta de uniformidad de la parvada, alta mortalidad y morbilidad en las aves.
Es decir, es una enfermedad económicamente devastadora, motivo de gran preocupación para la producción de pollos de engorde, y aún rodeada de dudas. Por ejemplo: ¿qué factores llevaron a la reciente aparición (en los últimos 12 meses) de problemas con APEC en varias empresas brasileñas?
La respuesta a esta pregunta no es simple, ni a otras relacionadas con este desafío tan actual para la avicultura brasileña. Precisamente por eso, invitamos a un experto en el tema para hablar sobre la colibacilosis en nuestro blog.
La maestra Dra. Terezinha Knöbl, quien trabaja en el Laboratorio de Medicina Aviar del Departamento de Patología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de São Paulo (USP) y tiene amplia experiencia en enfermedades aviares, infecciones causadas por Enterobacteriaceae, colibacilosis y factores de virulencia bacteriana, respondió las principales preguntas sobre Escherichia coli.
En la Parte 1 de este contenido, habla sobre los problemas causados ??por APEC en aves, las posibles razones de los casos recientes y evalúa las principales medidas para controlar y prevenir la enfermedad. ¡Compruebe!
Entrevista Dra. Terezinha Knöbl
1. Biocamp – ¿Cuáles son los principales factores que llevaron a la reciente aparición, en los últimos 12 meses, de problemas con APEC en varias empresas brasileñas?
Dra. Terezinha Knöbl – Es difícil atribuir el resurgimiento de la colibacilosis a una sola causa, porque el escenario es bastante variable de una granja a otra. Sin embargo, entre los principales puntos que pueden estar relacionados con este cambio epidemiológico, podemos mencionar:
1 La aparición de cepas pandémicas pertenecientes al filogrupo G, con especial énfasis en ST117.
Esta cepa causó pérdidas económicas en algunos países europeos: se considera bastante virulenta para las aves y actúa como agente primario. Este ST (tipo de secuencia – sequence type) 117 ya ha sido informado en Brasil. Sin embargo, los estudios de caracterización de E. coli por MLST (Multilocus sequence typing) o WGS (whole-genome sequencing) en Brasil – tipos de secuenciación genómica – aún son escasos, ya sea para diagnóstico o seguimiento de ST pandémicas.
2 Restricción del uso de aditivos mejoradores de rendimiento.
La experiencia de algunos países europeos ha demostrado que la retirada de los promotores de crecimiento es un momento crítico para la aparición de algunas enfermedades bacterianas, pero que la tendencia en algunos años es que la situación vuelva al patrón normal.
3 Aumento de uso de antimicrobianos terapéuticos, incluido el uso de desinfectante directamente sobre las aves.
El uso de desinfectantes a base de formaldehído, amonio cuaternario o glutaraldehído en aves puede causar irritación, inflamación y metaplasia del epitelio respiratorio. La pérdida de cilios epiteliales y la acumulación de moco pueden favorecer la colonización de la tráquea y favorecer el desarrollo de enfermedades respiratorias.
4 Cambios en el patrón meteorológico de algunas regiones, con un clima más seco y cálido y un aumento de la amplitud térmica.
El estrés térmico puede alterar la capacidad de respuesta inmune de las aves.
5 Mayor desafío de enfermedades virales inmunosupresoras y aparición de cepas variantes de virus respiratorios.
Todavía no existe una correlación bien establecida entre los casos de colibacilosis y la anemia infecciosa y/o bronquitis infecciosa de las gallinas (variante del virus). Sin embargo, es posible que estas infecciones estén relacionadas con una infección oportunista por E. coli.
6 Calentamiento del mercado en el período de pandemia, con reducción de la oferta de pollitos.
Esta falta de aves en el mercado favorece la incubación y crianza de aves débiles que sirven como fuente de infección. Un punto importante en este escenario es la reducción del período de vacío sanitario para aumentar la productividad. El aumento de la productividad también aumenta los riesgos a la salud.
2. Biocamp – ¿Y cuáles son los problemas que causan los APEC en las aves? ¿Causan enfermedades entéricas?
Dra. Terezinha Knöbl – No. APEC es un patógeno que pertenece al patotipo extraintestinal de Escherichia coli (ExPEC). Esto significa que el repertorio de virulencia está asociado a infecciones sistémicas. El cuadro principal es la enfermedad respiratoria (aerosaculitis) con posterior colonización del hígado y el corazón. Puede estar involucrada en casos de sepsis u otras condiciones extraintestinales como onfalitis en embriones y pollitos en la primera semana de edad o como ooforitis y salpingitis en aves adultas durante el período de producción.
Otras enfermedades pueden ser causadas por cepas comensales o cepas con menor potencial de virulencia, como suele ser el caso de los procesos de celulitis. En esta enfermedad, las bacterias de la microbiota se inoculan en el tejido subcutáneo y provocan un proceso inflamatorio local. Aunque algunos aislados de celulitis son productores de toxinas, en general no tienen el mismo repertorio de virulencia que un APEC.
Lo mismo ocurre en las artritis de los pollos de engorde. Las bacterias que son menos capaces de sobrevivir a los factores inhibidores del suero del huésped tienden a migrar a las articulaciones para escapar de la acción de los anticuerpos. Las bacterias menos virulentas también pueden causar enfermedades cuando hay una coinfección. Como ejemplo, se puede mencionar el síndrome de la cabeza hinchada, debido a la asociación de E. coli y Pneumovírus. El Pneumovírus causa rinitis, con aumento de la secreción de moco. Este moco sirve como sustrato para la multiplicación de cepas de E. coli.
Los patotipos relacionados con los problemas de diarrea se agrupan en un grupo denominado diarreicogénicos (DAEC), que se subdivide en 6 patotipos distintos, según los marcadores de virulencia encontrados, y que determinan el mecanismo por el que se produce la diarrea. Estos patotipos se identifican con mayor frecuencia en mamíferos, aunque existen informes ocasionales de infección por EPEC (Escherichia coli enteropatógena) y ETEC (Escherichia coli enterotoxigénica) en avestruces, loros, pavos y otras especies de aves. La ocurrencia de estos patotipos diarreogénicos en las gallinas es bastante rara.
Sin embargo, es importante tener en cuenta los procesos de disbiosis, en los que se produce un cambio en la proporción de diferentes géneros bacterianos en la microbiota. En general, en los procesos de disbiosis se produce una reducción de bacterias probióticas y proliferación de enterobacterias y clostridios. Esta modulación intestinal puede provocar diarrea, con un aumento en los recuentos de Escherichia coli. En este caso, el problema es cuantitativo y no está relacionado con la patogenicidad de las cepas virulentas.
3. Biocamp – ¿Cuáles son los principales agentes que predisponen a problemas respiratorios complicados por E. coli en aves?
Dra. Terezinha Knöbl – Los principales serían los micoplasmas y el virus de la bronquitis infecciosa de las gallinas (coronavirus), ya que estos agentes provocan ciliostasis y pérdida de cilios del epitelio traqueal, favoreciendo la producción de moco y la colonización de la tráquea. Del mismo modo, los agentes físicos y químicos también pueden actuar en la predisposición de la colibacilosis aviar. En esta categoría podemos mencionar el polvo, el amoníaco y los desinfectantes. La exposición crónica a estos agentes promueve la metaplasia epitelial, con pérdida de los cilios de la tráquea.
4. Biocamp – en condiciones normales, hay un 85 % de E. coli fecal aviar y un 15 % de APEC. ¿Cuál es el riesgo de que esta relación se quede más estrecha?
Dra. Terezinha Knöbl – Existe el riesgo de disbiosis en estas condiciones. También existe el riesgo de movilización de elementos genéticos móviles entre cepas virulentas y comensales. Los APEC presentes en la microbiota no estarán directamente implicados en las condiciones entéricas si no hay disbiosis, pero se eliminarán por vía fecal y podrán transmitirse horizontalmente. La contaminación ambiental puede favorecer la colonización de las vías respiratorias, lo que implica un riesgo de colibacilosis. Este riesgo será aún mayor si APEC pertenece a las cepas ST117 y ST95.
5. Biocamp – ¿el uso constante de antibióticos para mejorar el rendimiento está relacionado con los APEC o solo existe la selección de cepas resistentes?
Dra. Terezinha Knöbl – Algunas cepas se pueden seleccionar y otras no, ya que esta selección depende de la aptitud bacteriana. Algunos linajes han evolucionado para acumular elementos genéticos móviles que asignan genes de resistencia y virulencia simultáneamente. Un ejemplo importante es la cepa ST131 de ExPEC, capaz de causar septicemia, que suele ser multirresistente y tiene un espectro extendido de resistencia a los betalactámicos. La presión de selección impuesta por el uso exacerbado de cefalosporinas, fenicoles, quinolonas y fosfomicina ha seleccionado APEC portadores de plásmidos híbridos de virulencia y resistencia, como describen Cunha et al. (2017). Hace dos décadas, los APEC eran sensibles a los antibióticos. Sin embargo, la mayoría de las cepas caracterizadas actualmente son multirresistentes y ESBL (betalactamasas de espectro extendido), enzimas que confieren resistencia a la mayoría de los antibióticos betalactámicos.
6. Biocamp – Modular la microbiota intestinal de las aves a través del uso constante de probióticos de múltiples cepas lácticas, desde el nacimiento hasta el final de la vida, puede ser una alternativa eficaz y viable al control de APEC en la cadena productiva de aves (es decir, desde las abuelas y reproductoras)?
Dra. Terezinha Knöbl – Sí. El mantenimiento de una microbiota entérica saludable es una de las estrategias principales para controlar los patógenos.
7. Biocamp – ¿El uso de vacunas autógenas en reproductoras ofrece protección en relación con pérdidas de producción y/o protección pasiva a la progenie?
Dra. Terezinha Knöbl – Sí. El uso de vacunas en reproductoras es una estrategia para reducir las pérdidas de producción. Sin embargo, la protección es homóloga y los efectos no son inmediatos. La reducción de la circulación de una cepa en una granja suele ocurrir después de algunos años del uso de la vacuna.
8. Biocamp – Considerando la reducción de salpingitis y ooforitis en reproductoras, la reducción de onfalitis y mortalidad temprana en pollitos de un día, la reducción de septicemia después de los 21 días de edad y la reducción de condenas por Enfermedad Respiratoria Crónica, ¿cuál es el tiempo para usar vacunas aviares de E. coli vivas y/o inactivadas (incluidas las autovacunas)?
Dra. Terezinha Knöbl – El uso de vacunas vivas e inactivadas es una estrategia importante para controlar todas estas situaciones mencionadas. En general, se implementan cuando existe reporte excesivo en el sacrificio en mataderos por la Enfermedad Respiratoria Crónica. El uso debe seguir las recomendaciones de los fabricantes y los mismos principios de otras vacunas bacterianas: el uso de bacterina en reproductores antes de la producción, con el objetivo de proteger la progenie, y el uso de vacunas vivas en aves jóvenes.
Sin embargo, es importante destacar que la reducción del impacto económico se produce a medio plazo y que sólo será eficaz si la enfermedad es causada por una cepa del mismo serogrupo de la enfermedad. Por tanto, es necesario caracterizar el agente o utilizar una autovacuna. No existe protección frente a serogrupos distintos de los que componen la vacuna.
Además, la vacuna es una estrategia que no reemplaza las buenas prácticas de crianza. Los resultados serán insatisfactorios cuando la enfermedad sea consecuencia de una infección secundaria, en casos de inmunosupresión, fallos de manejo o nutricionales, problemas de salud y coinfección o fallos en el medio ambiente y la bioseguridad.
9. Biocamp – ¿Cuáles son las otras medidas y/o herramientas indispensables en el proceso productivo para el control de la colibacilosis?
Dra. Terezinha Knöbl – Es fundamental que haya un período adecuado de retiro (vacío sanitario). La literatura señala que un período de retiro de menos de 15 días es uno de los principales factores de riesgo para la colibacilosis. Asimismo, el manejo de la cama es un punto de gran importancia.
Se deben adoptar buenas prácticas de crianza. Es necesario contar con un programa de bioseguridad, con monitoreo de la calidad del agua, control de enfermedades inmunosupresoras y respiratorias, especialmente micoplasmosis y BIG (Bronquitis Infecciosa de las Gallinas).
Como algunos huéspedes invertebrados pueden actuar como vectores mecánicos de APEC, entre los que destacamos los escarabajos, la granja debe tener un control de estos insectos.
Las granjas y los criaderos también deben controlar la presencia y la frecuencia de cepas de alto riesgo, como las cepas ST117 y ST95.
El uso de antimicrobianos debe ser racional y prudente en las producciones avícolas, con el fin de reducir la selección de cepas virulentas/resistentes, y el uso de probióticos y ácidos orgánicos puede favorecer el desarrollo de una microbiota sana y competitiva, excluyendo cepas patógenas.
10. Biocamp – Considerando la bioseguridad, uso de probióticos y antibióticos en reproductoras y progenies, y limpieza de ambientes, ¿cuáles medidas tienen mayor impacto en el control de APEC?
Dra. Terezinha Knöbl – Cada empresa tiene sus particularidades, pero creo que la bioseguridad y el uso de probióticos en reproductoras y progenie son los más relevantes. Esto si la bioseguridad incluye un adecuado vacío sanitario y se asocia el uso de probióticos a una reducción en el uso de antimicrobianos, para evitar la selección de cepas resistentes y virulentas.
¿Qué categoría de probióticos cree que es más eficaz para el control de APEC: ¿cepas indefinidas, cepas definidas o ambos?
Por otro lado, el uso de antibióticos en reproductoras y descendencia sólo debe realizarse en situaciones muy específicas y bajo la supervisión de un veterinario. Es necesario conocer el perfil de resistencia del agente y considerar que los resultados de las pruebas in vitro no son garantía de éxito in vivo. No estoy a favor del tratamiento profiláctico y metafiláctico en la cadena productiva como estrategia de control permanente. Entiendo que este enfoque debe limitarse a situaciones de mayor necesidad, en casos específicos.
En cuanto a la higiene de los ambientes, si bien es favorable, en ocasiones este factor se comporta de manera inversa: cuanto más limpio y desinfectado un ambiente, mayor es la posibilidad de reducción de comensales y supervivencia de patógenos. La limpieza y desinfección excesivas pueden resultar en la selección de otros patógenos, como Pseudomonas aeruginosa en las incubadoras.
11. Biocamp – ¿Qué categoría de probióticos cree que es más eficaz para el control de APEC: ¿cepas indefinidas, cepas definidas o ambos?
Dra. Terezinha Knöbl – Ambos se pueden utilizar con éxito. Pero es necesario resaltar la importancia de una microbiota diversa. No hay muchos estudios comparativos que utilicen cepas de APEC. Sin embargo, según la evidencia del trabajo con otras Enterobacteriaceae, el uso de un probiótico de cepas indefinidas parece bastante prometedor.
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La entrevista con la maestra Dra. Terezinha Knöbl viene a traer más claridad sobre la colibacilosis. ¡Sigue el blog de Biocamp y que, luego, pondremos a disposición la Parte 2 de esta conversación!