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09/05/20213 aspectos a tener en cuenta al elegir un probiótico para aves
09/06/2021El aumento constante en los costos de producción ha sido un desafío recurrente para los productores de pollos de engorde. Apenas en 2021, el índice de Embrapa (ICPFrango – Índice de Costos de Producción de Pollo) acumula un alta del 11,32%, llegando al 43,43% de aumento los últimos 12 meses.
El escenario preocupa, aún más a la sombra del porcentual récord del costo de producción de pollo de engorde de 2020 — el alta fue del 38,93%. Y ese aumento más que significativo está directamente relacionado al costo del alimento.
Primero, porque el costo de maíz y soya, que son las materias primas que son la base del alimento de las aves, siguen en alta en el mercado. Segundo, porque, según Embrapa, la alimentación de las aves representa el 76,62% del total invertido en la actividad.
Eso significa que, si más del 75% de la producción de pollo de corte está vinculada a la nutrición, las agroindustrias precisan pensar en alternativas que contribuyan para la reducción de la conversión alimenticia — y, consecuentemente, para que no haya pérdida económica. ¿Pero cómo colocar eso en práctica?
Conversión Alimenticia e Integridad Intestinal de las aves
La salud general de un plantel es uno de los factores que más influyen en la conversión alimenticia en pollos de corte. Una microbiota en desequilibrio impide que los nutrientes presentes en el alimento sean correctamente absorbidos en la digestión y, por lo tanto, ellos acaban siendo desperdiciados en la materia fecal.
Para evitar que eso suceda y no haya pérdida en la rentabilidad, es importante que el equipo técnico esté atento a la integridad intestinal de los pollos de engorde, cuyo mantenimiento es posible con el uso de probióticos durante todo el ciclo de producción de las aves.
Ese tema es tan pertinente y relevante para el mercado avícola que el médico veterinario Bauer Alvarenga, gerente de Negocios en Biocamp, concedió entrevista para la revista aviNews Brasil. Aprovechamos su experiencia para traer el asunto aquí en nuestro blog.
Qué es integridad intestinal
La integridad intestinal es un concepto bastante amplio, que va mucho más allá del aspecto morfológico y conecta varios órganos y sistemas: digestivo, inmune, nervioso visceral y central. Por eso, la importancia en mantener la integridad morfológica de vellosidades y criptas intestinales — así como sus funcionalidades — debe tener inicio aún en el proceso de incubación.
“A fin de cuentas, temperaturas altas en el tercio final de incubación afectan el desarrollo de los embriones y limitan la absorción de los nutrientes presentes en el saco vitelínico”, dice Bauer. Cuando sucede eso, nacen pollitos de menor calidad y que probablemente tendrán un desempeño inferior a los demás, contribuyendo para el aumento de la mortalidad inicial.
Las 3 fases de la formación de la microbiota intestinal
La microbiota intestinal tiene relación directa con la integridad intestinal y su formación está compuesta por 3 fases.
1ª) Fase de colonización
Sucede durante el período perinatal, es decir, entre el final de la fase embrionaria y los tres primeros días de vida de la ave. Es marcada por un aumento significativo de la microbiota intestinal en lo que se refiere a la cantidad de microorganismos y diversidad.
Como los pollitos nacen con una microbiota rudimental, tras el alojamiento habrá un aumento significativo de la colonización intestinal, debido a la ingestión de alimento, agua y cama.
2ª) Fase de maduración
Sucede entre el 4º y el 14º día de vida de la ave y es cuando la microbiota intestinal pasa por importantes transformaciones. En esta fase sucede la diferenciación de la microbiota a lo largo del intestino junto a la maduración de las funciones intestinales que establecen distintos pH, regulan la producción de enzimas, crean ambientes con mayor o menor concentración de oxígeno, etc.
Son esos factores que favorecen la digestión del alimento y absorción de los nutrientes. Al término de la fase de maduración, cada segmento intestinal será colonizado por distintos géneros bacterianos.
3ª) Fase de mantenimiento
A partir de la tercera semana de vida comienza la fase de mantenimiento de la microbiota intestinal, es decir, una constante búsqueda por el dominio de los microrganismos comensales sobre los patogénicos (eubiosis).
El intestino delgado es colonizado principalmente por bacterias lácticas, mientras en los cecos hay un predominio de bacterias anaeróbicas – restringidas o facultativas –, resultando en una mayor riqueza y diversidad microbiana.
Factores que colocan en riesgo la integridad intestinal de las aves
Bauer explica que la inflamación intestinal puede ser causada por agentes infecciosos, así como por factores no infecciosos, que promueven el aumento del turnover celular y/o que causan inmunosupresión. “Eso impacta negativamente sobre la integridad intestinal y el funcionamiento del sistema digestivo”, dice.
Siendo así, la modulación de la microbiota es el mejor camino para alcanzar la integridad intestinal. Ella debe empezar lo antes posible, aún en la planta de incubación, con probióticos de múltiples cepas o exclusión competitiva. Ellos formarán la microbiota pionera, favoreciendo mejoría en el rendimiento zootécnico, estimulando el sistema inmune y dificultando la colonización de bacterias patogénicas, que pueden estar presentes en el alimento, agua y ambiente de cría de las aves.
Probióticos auxilian en la conversión alimenticia
Las bacterias probióticas son responsables por ejercer un papel esencial en la colonización, maduración y mantenimiento de la integridad intestinal. Ellas equilibran la microbiota intestinal, compiten con el crecimiento de bacterias patogénicas y reducen el suceso de enfermedades.
Más aún: como las bacterias probióticas permiten una mejor absorción de los nutrientes del alimento por el organismo de la ave, contribuyendo para la reducción de la conversión alimenticia e incremento del aumento de peso. Y eso impacta directamente en la rentabilidad.
Bauer resalta que existen grandes diferencias entre los probióticos disponibles en el mercado. “Al elegir un probiótico, es importante poner atención en cuestiones relacionadas al número de cepas que componen el producto, su presentación, vías de aplicación, así como al tipo de fermentación adoptada (aerobiosis o microaerofilia). A fin de cuentas, los niveles de oxígeno varían significativamente entre los segmentos intestinales.”
Hablamos sobre los distintos tipos de probióticos en este post.
Colostrum® Bio21 Mix tiene 21 cepas
Para quien busca un programa que atienda con precisión los desafíos del plantel y permita una mejor integridad intestinal, Bauer presenta el Colostrum® Bio21 Mix, un probiótico compuesto por múltiples cepas bacterianas e indicado para alimentos de todos los tipos de aves comerciales. Su triple revestimiento proporciona termorresistencia a las altas temperaturas de procesamiento de alimentos.
“Durante su desarrollo se seleccionaron 20 cepas de bacterias lácticas con elevada capacidad de adhesión a la mucosa intestinal y eficiencia para el control de salmonelas paratíficas. A ellas se agregó una cepa específica de Bacillus subtilis, cepa LFU-160, que tiene como blanco el Clostridium perfringens”, explica Bauer.
Según el gerente de Negocios, esa asociación de 21 cepas en un único probiótico proporciona una mayor versatilidad al Colostrum® Bio21 Mix, resultando en beneficios zootécnicos y sanitarios. “Clientes de pollos de engorde de Brasil y de América Latina relatan beneficios zootécnicos y sanitarios al utilizar ese producto. Los más comunes son reducción de la conversión alimenticia e incremento del aumento de peso diario (GPD), otorgando viabilidad económica al programa delineado. Además, hay relatos de reducción del uso de antimicrobianos debido a la mejora de la integridad intestinal”, concluye.
Conozca los beneficios del Colostrum® Bio21 Mix para su producción de pollos de engorde.